La imagen de dos hombres colgados en la punta del Obelisco, a más de 60 metros de altura, sorprendió a los transeúntes del centro porteño, durante la tarde del domingo. Sucede que ayer, después de casi un siglo, se realizó el cambio del pararrayos del imponente monumento, símbolo de la ciudad de Bueno Aires. “Sentí que estaba haciendo historia”, dijo uno de los operarios a cargo de la peligrosa y arriesgada tarea.
En una entrevista radial, Darío Argarañaz relató cómo fue la experiencia: “Me avisaron un viernes que me tenía que subir, y al día siguiente ya estaba pensando cómo lo iba a hacer”, contó. Y agregó: «Soy torrista, trabajo en montajes de pararrayos en altura, pero esto fue distinto. Sentí que estaba haciendo historia«.

Un hecho histórico en el emblemático monumento porteño.
La escena de dos trabajadores colgados a más de 60 metros de altura sorprendió a quienes pasaban por el centro el domingo.

“Sentí que estaba haciendo historia”, dijo Darío Argañaraz, uno de los operarios encargados de la riesgosa tarea.
El anterior pararrayos tenía más de 90 años y era apenas el segundo en la historia del Obelisco.