Alejandro Montagna y Marcelo Vives superaron una marca que estaba vigente desde 2019, desafiando a la velocidad, al frío y a la oscuridad, cayendo desde 13 mil metros en plena noche.

Los paracaidistas saltaron desde la estratósfera, conectados a tubos de oxígeno, y descendiendo a una velocidad de 300 kilómetros por hora.

“Sólo los que trabajaron en este proyecto saben el nivel de detalle y el profesionalismo que hubo atrás. El resto tendrá que limitarse a pensar que estamos locos” manifestaron Vives y Montagna.

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